domingo, 14 de marzo de 2010

A quien se de por aludida

Cada vez que tendías tú mano hacia mi era como si encontrase una nueva salida a mis problemas, cada vez que me dabas un abrazo era como si me devolvieses todo el aire en un segundo, cada vez que decías “Todo irá bien”, sabía que todo lo iría. Me sacabas una sonrisa cuando más la necesitaba, te preocupabas por mí ,me escuchabas. Me contabas tus penas y alegrías, tus amores y desamores, tus pensamientos , dudas e incertidumbres. ¿Dónde quedó todo eso? Ya no hay risas, tampoco hay llantos, sino malos pensamientos, discusiones e indiferencias. Pasábamos tiempos preciosos, divertidos, inolvidables, y otros que eran menos buenos, llenos de obstáculos que teníamos que superar, juntas. Pero eso ya no está, y hace mucho tiempo que desapareció. Puede que fuera culpa de las dos, que decidimos tomar el camino más fácil en un momento concreto que todavía no logro averiguar, pero créeme que he tratado de luchar en muchas ocasiones, que he buscado soluciones, que NO ME HE RENDIDO.

Antes te miraba y sabía qué estabas pensando, qué ibas a decir o cómo ibas a reaccionar, pero ahora siento que no te conozco, y que por supuesto, tú a mi tampoco. Puede que haya cambiado un poco, sí, pero no he dejado de ser yo, cosa que has olvidado y no se por qué. Apenas confias en mi, siento que ya no me necesitas, que ya no te importo como antes...

Hay cosas que me juré no cambiar nunca, pero a veces se escapan a mi alcance. No dependo únicamente de mi, desgraciadamente. Solo quiero no perderte, solo quiero que siga siendo un siempre, como siempre había sido. Ahora bien, esto es cosa de dos.

Te quiero amiga